Publicado porPatricia de la Torre
Directora Digital especializada en moda, belleza y lifestyle
Publicado porAna Trigo
Periodista especializada en redes sociales y moda
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Ya te habrá pasado mil veces: llegas tarde, pero no quieres renunciar a pintarte las uñas. ¿Tu primer reflejo? Además de avisar a tus amigas con un alentador “Llego en 5 minutos” (que no deja de ser ficticio), aplicas en medio minuto tu esmalte. Y ahí empiezan los problemas. Pintarse las uñas, más allá de ser un arte, supone seguir una técnica muy concreta para conseguir un resultado perfecto. Hay dos etapas concretas que solemos saltarnos y que, sin embargo, son determinantes para conseguirlo: la aplicación de la base y top coat. ¿No te suenan?
Habitualmente confundidos, se realizan, sin embargo, en momentos distintos y no tienen exactamente la misma función. La base, como su nombre lo indica se aplica antes de aplicar cualquier color para que este se fije y sobre todo, para hidratar las uñas, mientras que el top se aplica posteriormente, en caso de golpes. Su importancia es crucial, ya que ambos permiten preservar el color y enfrentarse a la vida cotidiana, especialmente propicia a roturas y otros ataques.
1. Diferencia entre base coat y top coat
1.1. Funciones de la base coat
La base coat es un producto esencial en cualquier rutina de manicura, ya que actúa como una barrera protectora entre la uña natural y el esmalte de color. Su función principal es preparar la superficie de la uña para el esmalte, asegurando una mejor adherencia y prolongando la duración del color. Además, la base coat puede contener ingredientes nutritivos que ayudan a hidratar y fortalecer las uñas, previniendo roturas y descamación. Al aplicar una base coat, estás garantizando que el esmalte se adhiera de manera uniforme, lo que resulta en una manicura más duradera y de aspecto profesional.
Otra función crucial de la base coat es proteger las uñas de las manchas que pueden causar los pigmentos del esmalte de color. Esto es especialmente importante cuando se utilizan tonos oscuros o muy pigmentados, que tienden a dejar residuos en la uña natural. Al actuar como una capa intermedia, la base coat minimiza el riesgo de que las uñas adquieran un tono amarillento no deseado. Por tanto, su uso no solo mejora la apariencia de la manicura, sino que también cuida la salud de tus uñas a largo plazo.
La elección de la base coat adecuada puede marcar una gran diferencia en el resultado final de la manicura. Existen diferentes tipos en el mercado, algunas con propiedades específicas como fortalecer, blanquear o incluso acelerar el crecimiento de las uñas. Elegir una base coat que se adapte a tus necesidades particulares no solo optimizará la duración del esmalte, sino que también contribuirá a mantener tus uñas en óptimas condiciones.
1.2. Funciones del top coat
El top coat es el paso final en una manicura perfecta y su función principal es sellar y proteger el esmalte de color. Al aplicarlo, se crea una capa transparente que actúa como una barrera contra los elementos externos, como el agua, los golpes y los rayones, que pueden afectar la duración y apariencia del esmalte. Además, el top coat añade un brillo adicional a las uñas, dándoles un acabado pulido y profesional que realza cualquier color de esmalte.
Además de proteger, el top coat puede ofrecer otras ventajas según su formulación. Algunos top coats están diseñados para secar rápidamente, reduciendo el tiempo de espera después de aplicar el esmalte de color. Otros pueden incluir propiedades de gel que proporcionan un efecto de volumen y mayor durabilidad, imitando el acabado de una manicura de salón. Al elegir un top coat, es importante considerar qué características son más importantes para ti y seleccionar uno que se adapte a tus necesidades específicas.
Al actuar como una capa protectora, el top coat reduce el contacto directo de las uñas con el aire y el agua, lo que ayuda a mantener la hidratación natural de las uñas. Así, se minimiza el riesgo de que las uñas se vuelvan quebradizas o se descamen.
1.3. ¿Se puede usar la base coat como top coat?
Aunque la base coat y el top coat puedan parecer similares, sus funciones son distintas y no son intercambiables. La base coat está formulada para adherirse a la uña natural y preparar la superficie para el esmalte, mientras que el top coat está diseñado para adherirse al esmalte de color y protegerlo. Usar una base coat en lugar de un top coat podría no proporcionar la protección y el brillo que se espera al finalizar la manicura.
Además, las formulaciones de base coat y top coat suelen contener ingredientes diferentes que cumplen funciones específicas. La base coat puede incluir componentes que fortalecen y nutren las uñas, mientras que el top coat puede contener polímeros que añaden brillo y durabilidad. Por lo tanto, aunque en un apuro se pueda intentar usar una base coat como top coat, es probable que los resultados no sean tan efectivos ni duraderos.
Para obtener los mejores resultados en tu manicura, es recomendable utilizar cada producto para su propósito específico. De esta manera, aseguras que cada capa de la manicura desempeñe su función correctamente, contribuyendo a un acabado más profesional y a la salud general de tus uñas. La inversión en ambos productos es una garantía para mantener una manicura impecable por más tiempo.
2. Cómo aplicar correctamente la base coat
2.1. Preparación de las uñas
Antes de aplicar la base coat, es crucial preparar adecuadamente las uñas para asegurar una aplicación uniforme y duradera. Comienza por limpiar bien las uñas, eliminando cualquier residuo de esmalte anterior con un quitaesmalte sin acetona, que es menos agresivo y ayuda a mantener la hidratación natural de las uñas. Asegúrate de lavar y secar las manos después para eliminar cualquier rastro de quitaesmalte que pueda quedar.
Una vez que las uñas estén limpias, es importante darles forma con una lima adecuada. Al limar, mueve la lima en una sola dirección para evitar que las uñas se debiliten o se rompan. Después, empuja suavemente las cutículas hacia atrás con un palito de naranjo, evitando cortarlas, ya que actúan como una barrera protectora natural contra infecciones. Este paso no solo mejora la apariencia de la manicura, sino que también ayuda a que la base coat se adhiera mejor.
Finalmente, antes de aplicar la base coat, asegúrate de que las uñas estén completamente secas y libres de aceites. Puedes pasar un algodón empapado en alcohol sobre las uñas para eliminar cualquier residuo de grasa. Este paso es fundamental para que la base coat se adhiera correctamente y cumpla su función de proteger y preparar la uña para el esmalte de color.

Más allá de la aplicación de estas dos barreras, entran en cuenta numerosos factores: de nada sirve multiplicar las capas de color, rellenar los famosos huecos (mejor empezar las uñas desde cero para no irritar tu uña) o dejar que el color se vaya poco a poco. Desmaquilla siempre tus uñas, a ser posible con un quitaesmalte sin acetona que siempre será menos agresivo para tu piel, evita ingredientes como los formaldehído, tolueno, y ftalato de dibutilo (DBP) susceptibles de ser peligrosos para tu salud a largo plazo y aunque es muy tentador, el esmalte de secado rápido puede tender a resecar tus uñas por lo que elígelo especialmente bien.
Para identificar estos ingredientes, revisa la etiqueta de los esmaltes antes de comprarlos. Muchas marcas ahora ofrecen esmaltes "libres de", que indican claramente en sus etiquetas que están formulados sin estos componentes dañinos. El mercado actual ofrece una amplia variedad de esmaltes formulados sin ingredientes dañinos, conocidos como esmaltes "5-free", "7-free" o incluso "10-free". Estos términos indican que los esmaltes están libres de un número específico de químicos nocivos. Además de ser más seguros, estos esmaltes suelen estar enriquecidos con ingredientes beneficiosos como vitaminas y minerales que ayudan a fortalecer y nutrir las uñas. Algunas marcas también ofrecen esmaltes veganos.
Cuando uses quitaesmalte sin acetona, es importante ser paciente y permitir que el producto actúe durante unos segundos sobre las uñas antes de frotar. Esto ayuda a que el esmalte se disuelva de manera más efectiva sin necesidad de ejercer demasiada presión, lo que podría dañar la superficie de la uña. Además, el uso de bolas de algodón en lugar de discos permite una aplicación más controlada y evita el desperdicio de producto.
Después de eliminar el esmalte, es recomendable lavar las manos con agua y jabón suave para eliminar cualquier residuo de quitaesmalte. Aplicar una crema hidratante o un aceite específico para uñas ayudará a restaurar la humedad perdida durante el proceso de eliminación del esmalte. Este cuidado adicional es esencial para mantener las uñas en óptimas condiciones y listas para la próxima manicura.
Más allá del color de tus uñas, toca cuidar los bordes y las cutículas: lucir una manicura perfecta supone también cuidar la piel y las manos. La hidratación es, como siempre, la clave. ¿Necesitas inspiración para este verano? Toma ideas de la paleta Pantone de esta temporada. Con colores como Palace Blue o Cherry Tomato, no pasarás desapercibida.
2.2. Técnicas para una aplicación uniforme
Para aplicar la base coat de manera uniforme, es importante comenzar con una cantidad adecuada de producto en el pincel. Evita cargar demasiado el pincel, ya que esto puede resultar en una aplicación desigual y con burbujas. Comienza aplicando una capa delgada desde la base de la uña hacia la punta, asegurándote de cubrir toda la superficie sin tocar las cutículas.
Es recomendable aplicar la base coat en tres trazos: uno en el centro y uno a cada lado de la uña. Esta técnica ayuda a distribuir el producto de manera uniforme y a evitar acumulaciones de producto en los bordes. Si es necesario, puedes dar una segunda capa muy delgada para asegurar una cobertura completa, pero siempre permitiendo que la primera capa se seque completamente antes de aplicar la siguiente. Después de aplicar la base coat, deja que se seque completamente antes de proceder con el esmalte de color. Una aplicación cuidadosa y uniforme de la base coat es el primer paso para lograr una manicura duradera y de aspecto profesional.
Es importante permitir que cada capa de esmalte se seque completamente antes de aplicar la siguiente. Esto no solo evita que el esmalte se corra o se dañe, sino que también contribuye a una manicura más duradera. Si tienes prisa, puedes utilizar un ventilador o un secador de uñas para acelerar el proceso de secado, pero siempre con aire frío para evitar que el esmalte se agriete. Otro consejo útil es limpiar los bordes de las uñas con un pincel pequeño humedecido en quitaesmalte para corregir cualquier error o mancha.
3. Precauciones con los esmaltes de secado rápido
3.1. Riesgos asociados
Los esmaltes de secado rápido son una opción popular para quienes buscan una manicura rápida y conveniente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos productos pueden tener algunos riesgos asociados. La fórmula de los esmaltes de secado rápido suele incluir ingredientes más agresivos que pueden causar que las uñas se sequen y se vuelvan quebradizas con el uso prolongado.
Además, el uso frecuente de esmaltes de secado rápido puede llevar a una acumulación de producto en la superficie de la uña, lo que puede dificultar la adherencia de esmaltes posteriores y causar que la manicura se descame más rápidamente. Esto puede ser especialmente problemático si no se utiliza una base coat adecuada, ya que la uña natural queda más expuesta a los efectos de los químicos.

Para minimizar estos riesgos, es recomendable limitar el uso de esmaltes de secado rápido a ocasiones especiales y asegurarse de seguir una rutina de cuidado de uñas adecuada que incluya la hidratación regular de las uñas y las cutículas. Esto ayudará a mantener las uñas en buen estado de salud.
3.2. Alternativas seguras
Si buscas alternativas más seguras a los esmaltes de secado rápido, considera optar por esmaltes de formulación tradicional que ofrecen un tiempo de secado más prolongado pero son menos agresivos para las uñas. Otra opción es utilizar un top coat de secado rápido en lugar de un esmalte de color de secado rápido. Además, considera el uso de productos que aceleren el secado del esmalte, como gotas o sprays de secado rápido. Estos productos se aplican después del top coat y ayudan a reducir el tiempo de espera sin comprometer la salud de las uñas.
4. Consideraciones finales para preservar el esmalte
4.1. Tiempo de espera antes de mojar las manos
Para preservar el esmalte y asegurar una manicura duradera, es crucial esperar el tiempo adecuado antes de mojar las manos después de aplicar el esmalte. El agua puede debilitar el esmalte recién aplicado, causando que se descame o se agriete. Se recomienda esperar al menos dos horas antes de exponer las uñas al agua, especialmente caliente, que puede acelerar el deterioro del esmalte.
Durante este tiempo de espera, evita actividades que puedan poner en riesgo la integridad del esmalte, como lavar platos o ducharse. Si es necesario realizar estas tareas, utiliza guantes protectores para minimizar el contacto con el agua y proteger la manicura. Esta precaución simple puede marcar una gran diferencia en la duración y apariencia de la manicura.
Además, durante el tiempo de secado, evita el contacto con telas o superficies que puedan dejar marcas o texturas en el esmalte. Si es posible, dedica este tiempo a relajarte y permitir que el esmalte se seque completamente sin interrupciones. Al seguir estas recomendaciones, puedes disfrutar de una manicura impecable y duradera.
4.2. Mantenimiento del brillo con capas adicionales
Para mantener el brillo y la frescura de la manicura, considera aplicar capas adicionales de top coat cada pocos días. Esta práctica no solo refresca el brillo del esmalte, sino que también refuerza la protección contra el desgaste diario. Al aplicar una nueva capa de top coat, asegúrate de cubrir toda la superficie de la uña y el borde libre para maximizar la protección.
Antes de aplicar una capa adicional de top coat, limpia suavemente las uñas con un paño seco para eliminar cualquier residuo de polvo o grasa que pueda haber acumulado. Además, si notas que el esmalte comienza a perder brillo o a desgastarse en las puntas. Al invertir un poco de tiempo en el mantenimiento regular de la manicura, puedes disfrutar de unas uñas bonitas y bien cuidadas durante más tiempo.
Cuida y luce tus uñas como nunca siguiendo estos 13 consejos para conseguir una manicura perfecta… ¿Te atreves este año con las uñas con efecto mojado?
5. Consejos para conseguir una manicura perfecta
1. Usa siempre una base coat
Se suele confundir con el top coat y sin embargo, se diferencian claramente. Como su nombre lo indica, se aplica como base, antes del esmalte de uñas. Permite cuidar la uña y sobre todo proteger la capa de color que se aplicará posteriormente. Es comparable a una cinta de doble cara, protege la superficie y refuerza la capa superior. Es una etapa indispensable para que el color aguante más.

2. ...y también top coat
El top coat, contrariamente a la base, se aplica como una capa transparente sobre el esmalte de color seco. Es una barrera de protección que pretende, además de evitar la pérdida de color, dar un plus de brillo a la uña. Tiene la ventaja de secar rápido.

3. Nunca limes en dos direcciones
Lo ideal es arreglar la uña moviendo la lima en una sola dirección, ya que así evitarás dañar las capas y que estas se rompan con mayor facilidad o se pele la capa superior.

4. Usa quitaesmalte sin acetona
La acetona daña profundamente la uña, ya que fomenta que se sequen o se descamen, así que evítalo siempre que puedas. En el mercado hay diferentes productos quitaesmalte que no lo contienen en su fórmula, ¡búscalos!

5. Desmaquilla correctamente tus uñas
El secreto para eliminar por completo el esmalte anterior es recurrir a bolas de algodón empapadas en quitaesmalte. Tenemos el paso a paso en vídeo.

6. Tres trazos
Eso es todo lo que necesitas para dar color a tu uña al aplicar el esmalte. Con el pincel en la mano y con la cantidad junta de color, solo tienes que hacer tres movimientos para que quede perfecto: comienza en la base de la uña en el centro, luego en el lazo izquierdo y luego en el derecho. Volià!

7. Aplícalo en capas finas
Es mejor dar dos pasadas con poco esmalte que una con el pincel cargado. Si pintas tus uñas con capas finas, conseguirás que el esmalte se seque antes; de la otra maneras, correrás el riesgo de que se dañe la capa gruesa, ya que tardará más en secarse.

8. Cuidado con los esmaltes de secado exprés
Debido a su fórmula, algunos pueden llegar a dañar la uña causando deshidratación en ellas. Mejor tener un poco de paciencia...

9. Esmaltes libres de...
Cuando vayas a comprar tu nuevo esmalte, fíjate en su composición. Los mejores son aquellos cuyas fórmulas están libres de formaldehído, tolueno, y ftalato de dibutilo (DBP), ingredientes que pueden llegar a causar problemas de tu salud si se está expuesto a ellos durante un largo periodo de tiempo.

10. Aplica siempre una capa final de brillo
La capa superior de brillo o top coat ayudará a proteger el esmalte y hará que el color permanezca intacto más tiempo sin desportillarse, ya que actuará como una barrera protectora.

11. Limpia los bordes
¿El pulso no es lo tuyo y te sales de la uña al pintarla? Coge un viejo pincel de labios y mójalo en quitaesmalte; ahora tan solo tienes que pasarlo suavemente por la zona manchada para limpiarla.

12. ¡No olvides las cutículas!
Es súperimportante no cortarlas, pues es mejor retirarlas con un palito de naranjo. Además, no olvides aplicar unas gotas de aceite hidratante específico sobre tus cutículasuna vez hayas acabado de pintar tus uñas. ¡Parecerá que acabas de salir del salón de manicura!

13. Cuidado con el agua
Espera al menos dos horas para mojar tus manos después de pintar tus uñas, ya que así evitarás dañar el esmalte; además, evita todo lo que puedas que el agua esté caliente, así que no te duches o laves los platos con ella después de hacerte la manicura.
